Cuidar los pies en el Camino de Santiago

Hacer el Camino de Santiago es una de las experiencias  más increíbles de la vida, pero para disfrutarla al máximo necesitas estar preparado físicamente y cuidar tus pies, de lo contrario puede ser un auténtico drama.

Para que disfrutes al máximo de la experiencia y lo pases en grande hoy en ALBERGUES DEL CAMINO te traemos algunos consejos para cuidar tus pies en el Camino de Santiago y evitar así ampollas y otras lesiones derivadas de un mal cuidado de los pies. ¡Toma nota y recuerda que tus pies son tu puente para llegar a Santiago!

Consejos antes de iniciar el Camino

Antes de iniciar el Camino, es fundamental entrenar con el calzado que utilizarás durante el Camino al menos un mes antes para empezar a caminar.

Son muchos los peregrinos que usan zapatos nuevos para iniciar el Camino y te garantizo que esto es un completo error. Es muy importante que camines con ellos antes de emprender el camino y los adaptes a la anatomía de tus pies. Esto te ayudará a evitar heridas, rozaduras o ampollas.

Llevar zapatos adaptados a tu pies es uno de los principios básicos para poder disfrutar del Camino.

Elige el calzado correcto

En primer lugar, es importante saber  la época del año en la que vas a emprender el camino. En otoño e invierno se aconseja utilizar  zapatillas de trekking altas y ligeras con suelo blando y que dejen transpirar el pie. El sistema transpirable es clave porque evitará que andes con los pies mojados.

En cambio, en primavera y verano se recomienda llevar calzado de trekking bajo. Hay personas que optan por utilizar sandalias de trekking con calcetines o sin ellos.

Es importante que sepas que las zapatillas deportivas no son recomendables, aunque te resulten súper cómodas ya que, el Camino discurre por suelos muy diferentes como: grava, hormigón, terreno rocoso, asfalto…

Elegir el calzado correcto que te acompañará durante esta experiencia es realmente importante.

Cuida tus uñas

Otro punto a tener en cuenta son tus uñas, es muy importante que no las descuides.

Es fundamental mantener la uña bien cortada y evitar que se hunda en la piel.

Si tienes la costumbre de cortarte las uñas en forma de “v”, te recomiendo que visites a un podólogo al menos un mes antes de iniciar el viaje para que te corten las uñas rectas y evitar que se incrusten a los lados.  Si esto sucede te aseguro que es realmente molesto y en ocasiones muy doloroso.

Cuidado de los pies durante el Camino

Una vez en el Camino, te recomendamos que te lubriques bien los pies. Aplicar una fina capa de vaselina antes de iniciar la etapa. Este tipo de producto mantendrá los pies ligeramente húmedos lo cual es perfecto para recorrer el Camino de Santiago.

Para evitar rozaduras y ampollas, debes evitar usar calcetines con costuras. Los calcetines deportivos sin costuras que faciliten la transpiración de los pies, por lo tanto son la mejor opción.

Al final de cada etapa quítate los zapatos y descansa los pies. Aprovecha para meterlos en agua, comprobar posibles rozaduras y masajearlos con vaselina o crema específica.

Y si tus pies han estado en zapatos y botas todo el día: ¡déjalos respirar!

Es habitual ver nuevos peregrinos en el Camino con calzado inadecuado o con heridas o ampollas en los pies. Siguiendo estos sencillos consejos, caminarás mejor y disfrutarás más de la experiencia. ¡Prepara tus pies con cabeza y disfruta de la experiencia! ¡Buen camino, peregrino!

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