La gastronomía en el Camino Francés

El Camino Francés es una de las rutas más populares del Camino de Santiago, y recorre aproximadamente 800 kilómetros desde Saint-Jean-Pied-de-Port, en los Pirineos franceses, hasta Santiago de Compostela, en España. 

Durante este recorrido, tendrás la oportunidad de probar una amplia variedad de delicias gastronómicas que forman parte de la rica tradición culinaria de la región.

De principio a fin

El viaje comienza en la región de Aquitania, famosa por su vino tinto. Aquí podrás degustar algunos de los mejores vinos de Burdeos, como el Cabernet Sauvignon y el Merlot, así como también los vinos blancos secos de la región de Graves. Acompaña tus copas de vino con quesos locales, como el Roquefort o el Comté, y disfruta de la combinación de sabores.

A medida que te adentras en la región de Midi-Pyrénées, tendrás la oportunidad de probar platos típicos como el cassoulet, un guiso de carne de cerdo, salchichas y alubias blancas, o el foie gras, un paté hecho de hígado de pato o ganso. No te olvides de probar también la confit de canard, un plato tradicional que consiste en pato confitado en su propia grasa, que resulta increíblemente tierno y sabroso.

Conforme atraviesas la región de Languedoc-Rosellón, te encontrarás con una amplia variedad de productos mediterráneos. 

Prueba los mariscos frescos de la Costa Brava, como las gambas, los mejillones o las ostras, que son especialmente deliciosos en esta zona. También podrás disfrutar de platos de pescado, como la zarzuela de mariscos, un guiso de pescado y mariscos en salsa de tomate.

Ya en España

A medida que te acercas a la frontera con España, la influencia española en la gastronomía se hace más evidente. 

Podrás probar platos típicos de la cocina vasca, como el bacalao al pil-pil o la txuleta, un chuletón de carne de vaca a la parrilla.

Finalmente, al llegar a Galicia, te encontrarás con una cocina rica en mariscos y pescados frescos. Prueba la empanada gallega, un pastel relleno de mariscos o carne, o el pulpo a la gallega, un plato de pulpo cocido y aderezado con aceite de oliva, sal y pimentón. No puedes dejar de probar también las famosas vieiras, un molusco bivalvo muy apreciado en la región.

A lo largo de todo el Camino Francés, también podrás disfrutar de los mercados locales y de las tabernas tradicionales, donde podrás probar platos caseros y regionales. No te pierdas la oportunidad de degustar los embutidos y quesos locales, como el jamón serrano, la longaniza o el queso de tetilla.

Además de los platos principales y los postres, también podrás probar una amplia variedad de panes artesanales en tu camino. El pan gallego, conocido como pan de Cea, es especialmente famoso y se caracteriza por su corteza crujiente y su miga densa y sabrosa.