Hacer el camino a pie o en bicicleta

Según los datos que podemos obtener en la Oficina del Peregrino, en 2021 el 94% de los peregrinos llegaron a pie a la catedral y tan solo el 6% lo hizo en bicicleta. ¿Significa esto que es más fácil, más cómodo o mejor caminar que pedalear? A continuación te contamos los pros y los contras de ambas opciones.

Como ya te hemos comentado en alguna ocasión, tanto en nuestras redes sociales (Facebook e Instagram) como en este blog, para obtener la acreditación de la Compostela has de cumplir una serie de requisitos, según el medio en el que decidas recorrer el Camino. Esta es, por tanto, una de las principales diferencias entre hacer el Camino andado o en bicicleta.

Para el primer supuesto necesitarás un mínimo de 100km. Para el segundo, 200km. El resto de condiciones son las mismas.

Además de esto, los peregrinos que recorren el Camino andando tienen prioridad en los albergues públicos hasta las 8 de la tarde. ¿Injusto? Probablemente no, ya que llegar andando hasta el siguiente alojamiento puede ser tedioso, mientras que en bicicleta es más rápido y sencillo.

¿Cuál es la parte positiva de hacer el Camino en bici?

Evidentemente, el esfuerzo no es el mismo. Aunque no quitamos méritos a aquellos que pedalean, pues es un deporte exigente y de eso no hay duda. Los bicigrinos, que así se les llama coloquialmente, no sufrirán los típicos problemas de ampollas en los pies, por ejemplo.

Otra de las ventajas es el tiempo. Podrás recorrer tramos más largos y en menos tiempo, lo que te permitirá llegar a la Plaza del Obradoiro varios días antes.

Ten en cuenta también que no tendrás que cargar a la espalda con la pesada mochila, algo que sí tienen que hacer los peregrinos al uso.

Y otra parte que nos parece también muy positiva es que, si tienes ganas de visitar algún lugar en las cercanías del Camino, podrás desviarte sin demasiado esfuerzo ni pérdida de tiempo.

Pero ojo, si te planteas hacer el Camino en época de más frío o lluvia, como puede ser el invierno, revisa las condiciones para cerciorarte de que es posible.

Evidentemente, tú eres quien mejor te conoces. Tu prioridad será aquella en la que más cómodo te sientas.

Si acostumbras a desplazarte a dos ruedas, no dudes en vivir la experiencia. Si lo que te apetece es caminar, será mágico también.

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