Foncebadón, el pueblo que resurgió

Hoy te traemos una historia, cuanto menos, curiosa. Queremos hablarte de Foncebadón, que es un pueblo que pertenece al municipio de Santa Coloma de Somoza, en la provincia de León. 

Y te estarás preguntando, ¿qué tiene este lugar de especial? Pues que hasta que comenzaron las peregrinaciones de nuevo en la última década del siglo XX, este pueblo estaba abandonado.

Para que te sitúes, acabarás en este pueblo en la etapa del Camino Francés en la que llegas desde Astorga y saldrás del mismo hacia Ponferrada en tu periplo a Santiago de Compostela.

Las primeras referencias que se tienen de esta localidad son de principios del siglo XII, y de él se sabe que era un pueblo de agricultores y ganadores, donde también había arrieros. Esto fue así hasta los años 60, donde se empezó a emigrar hacia núcleos más industrializados y el pueblo de Foncebadón quedó totalmente abandonado. 

Actualmente

Gracias al Camino de Santiago, algunos de los comerciantes locales de hostelería que supieron ver el negocio comenzaron a repoblar Foncebadón. Así, en 2020 ya había censado 26 habitantes en el pueblo. 

Foncebadón es conocido por ser el punto más alto del Camino de Santiago, pues se encuentra a 1500 metros sobre el nivel del mar. En concreto, esta localidad se encuentra inmediatamente después de la conocida Cruz de Ferro (Cruz de Hierro), uno de los puntos más emblemáticos del Camino.  

La cruz de hierro

Este punto del recorrido está lleno de simbología y tradición. Pues no se trata de un monumento histórico, sino un gran poste de madera, de unos 5 metros de altura que, además, cuenta con el montículo de piedras (humilladero) vivo más grande de Europa. Sobre el poste, se alza una cruz de hierro. 

A día de hoy se desconoce el origen de este símbolo. Por un lado, hay quien se lo atribuye a los celtas, aludiendo a que estaba allí para marcar un lugar estratégico del Camino. Hay, por contra, quien se lo atribuye a los romanos, para marcar la división territorial y la entrada a Galicia. 

Lo que sí que se ha convertido en una costumbre es el ritual de dejar una piedra bajo la cruz. Hay peregrinos que la llevan a cuestas desde su origen. Otros deciden cogerla durante alguna de las etapas. 

Como puedes ver, no se conoce el origen exacto de este punto del Camino, pero ¡que las costumbres no se pierdan! ¿Tú ya has dejado tu piedra en el Camino?

 

En cuanto a Foncebadón, todavía tiene mucho por crecer. ¿A ti te gustaría ayudar a resurgir una población de este modo?