¿Cómo alimentarse durante el Camino de Santiago?

La ingesta de alimentos es algo clave en todas las facetas de nuestra vida. Y saber hacerlo correctamente en cada situación es clave. En este caso hablamos de la alimentación durante el Camino de Santiago, y por ello, debemos tener en cuenta el sobre esfuerzo que vamos a tener y que esto va a ser así durante varios días seguidos.

Realizar 5 ingestas diarias será una de las formas de mantenerte con energía sin llenar el estómago demasiado y que se convierta en un hándicap.

El desayuno

Aquí parece que cobra todavía más importancia la frase “el desayuno es la comida más importante del día” y es que será que nos de fuerzas para el primer empujón.

Es importante que tengas en cuenta qué desayunos y trates de evitar las grasas y los azúcares que solo te harán sentirte más pesado durante tu andaina.

Un desayuno sano y equilibrado es la clave. Aquel que nos aporte todos los nutrientes y energía. 

Aquel que cuente con fruta para aportar vitaminas y minerales, cereales para ofrecer energía, fibra y proteína para un buen rendimiento será el desayuno óptimo.

Media mañana

No pierdas la energía y repón con una pieza de fruta, frutos secos, alguna barrita de cereales o, incluso, un pequeño sándwich.

Almuerzo

Has gastado mucha energía y has hecho un esfuerzo al que, posiblemente no estés acostumbrado. Seguramente llegarás con hambre a la comida, pero no te dejes llevar por estómago y sigue con tu propósito de hacer una dieta equilibrada.

Si comes demasiado y después tienes que seguir andando o has planificado un visita en el punto en que te encuentras, te arrepentirás. Aparecerá el cansancio y solo tendrás ganas de descansar, porque te sentirás lleno y pesado.

Elige un plato ligero. En muchos restaurantes encontrarás el menú del peregrino. Pero también podrás aprovechar para probar platos típicos de cada zona.

Media tarde

A estas alturas ya habrás terminado la etapa y estarás descansando, ocioso o aprovechando para lavar ropa. Pero no por ello olvides esta comida.

Tu cuerpo sigue quemando energía y al día siguiente vas a volver a exponerlo a un buen “tute”, por lo que debes seguir dándole alimento.

Una pieza de fruta es ideal.

Cena

Ha llegado el momento de disfrutar para irte a descansar. Aunque no tiene que ser tan estricto como en el almuerzo, no te metas una comida muy copiosa entre pecho y espalda porque la clave ahora es descansar y coger fuerzas para el día siguiente. 

Un plato con proteínas e hidratos será óptimo para consumir rápido y realizar el aporte de energía que tu cuerpo necesita. 

Aunque el cansancio llamará a tu puerta, trata de esperar un rato desde la cena, para evitar acostarte con el estómago lleno y tener una digestión pesada.

La hidratación

“Bebe, al menos, 2 litros de agua al día”. Esta recomendación se vuelve casi una obligación durante el Camino. Lleva siempre contigo una botella que no sea muy grande para no cargar demasiado y ponte el propósito de terminarla para reponerla en el siguiente punto.

Como ves, una buena planificación, no solo en cuanto a las rutas, es esencial para llevar a cabo el Camino de la mejor forma.