Las 4 plazas de las 4 fachadas de la Catedral de Santiago

Hace algo menos de dos años, un conocido portal hizo una encuentra entre todos sus lectores para saber cuáles eran las plazas con mayor encanto de Europa. Así, la famosa Plaza del Obradoiro se situaba entre las 15 primeras. ¡Y no es para menos!

En dicho portal, los votantes hacían alusión a las vistas a la catedral, al resto de edificios que conforman la plaza pero también al ambiente que hay en la misma, siempre llena de peregrinos y visitantes.

Y no podemos estar más de acuerdo con esta afirmación, pero  queremos poner en valor todas y cada una de las plazas que conforman las 4 fachadas de la catedral.

Plaza del Obradoiro

Esta plaza debe su nombre a los talleres de canteros que trabajaban en la construcción de la fachada de la catedral y que se ubicaban en ella. 

Es el punto neurálgico de la ciudad y meta de todas las rutas del Camino de Santiago. En ella confluyen cientos de personas cada día que quieren maravillarse de todos los estilos arquitectónicos que en ella se muestran.

Además de la fachada de la catedral, la plaza se cierra con el Hostal de los Reyes Católicos, el Colexio de San Xerome (rectorado de la universidad), y el Pazo de Raxoi, que es el actual Ayuntamiento de Santiago.

En ella se pueden encontrar, por tanto, los cuatro símbolos de la vida de la ciudad: religión, vida universitaria, administración y hospitalidad al viajero/peregrino.

Plaza de las Platerías

En este caso el nombre se debe a los artesanos que trabajan en ella. 

Esta plaza se reconoce por la fuente (de 1829)  y, sobre las escaleras, la Torre del Reloj, también conocida como La Berenguela. Además, desde dicha plaza podrás observar la única fachada de estilo románico de la Catedral.

Rodeándola verás la casa del Cabildo y el que ahora es el Museo de las Peregrinaciones que, en su día, fue el Banco de España.

Plaza de Azabachería o Plaza de la Inmaculada

Pasarás un callejón en el que, posiblemente te encuentres a algún músico deleitándote debido a su gran acústica, y llegarás a la Plaza de Azabachería. Justo en el lado opuesto a Platerías, encontrarás esta plaza que debe su nombre a los talleres de azabacheros.

Esta se enmarca entre la fachada norte de la catedral y el monasterio de San Martín Pinario.

A día de hoy, la fachada de la catedral que preside esta plaza cuenta con trazas barrocas y neoclásicas, ya que tuvo que ser reformada en el S. XVIII.

Plaza de la Quintana

Por último, aunque no menos importante, tenemos la Plaza de la Quintana.

Su nombre hace referencia, con terminología medieval, al lugar de tránsito. Un espacio público.

Esta plaza está dividida en dos alturas. La parte baja, a Quintana de Mortos, hace referencia al lugar que fue hasta 1780, un cementerio. La parte alta, por contra, es a Quintana de Vivos. 

Desde esta plaza puedes observar la Torre del Reloj (Berenguela). Como curiosidad te diré que este reloj solo cuenta con una aguja, ya que las horas las marcan las campanas. Además, en esta torre se encuentra también la campana más grande de la Catedral, con más de 6kg de peso. 

Esta plaza se cierra con la Casa de Parra, el Monasterio de San Paio y la Casa da Conga.

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